(Risa)
¡Yo gané!
¡Y pensar que ellos creían
que tenían
el poder de alejarte de mí!
Pero no lo permití,
Pues en mi mente ya eras libre
Y será por siempre así.
No tengo tiempo para lo temporal:
Cuando lo necesitas, ya no está.
Sólo me interesan las cosas de la tierra
Que pueden reproducirse, para así poder verlas.
Aquí hay sembrada
Una huerta bien cuidada.
Una agradable selección de almas.
Ustedes me agradan.
Cada uno me agrada.
Son fragantes, como panecillos recién hechos
Que salen del horno de la Madre Divina.
Para alimentar a quienes aún esperan
Pensando que deberán ser buenos
O no les abrirán las puertas del cielo. (Risa entre dientes).
Tal vez creen que si no se dan prisa
No entrarán en el cielo.
Que es demasiado tarde. (Risa entre dientes).
El cielo no se trata de temores infantiles
O de aquello que trae tristeza y llanto.
El cielo es aquel momento
Cuando aquellos que están claros (o son tan queridos: clear vs. dear)
Se manifestarán ante ti.
Imperfecciones de las joyas he quitado
Tantas veces que ya casi es aburrido.
De casi todo me han acusado. (Risa ahogada).
Me pregunto si de algo me he perdido.
Esta noche vine sólo a visitarles
Y que no existe el pecado a recordarles,
Y todo lo que ocupa sus días y noches,
Y hace que piensen que han perdido el norte. (Risa ahogada)
Pues no hay nada más ancho que el Hogar Celestial:
Si usan la Llama Violeta de seguro entrarán.
¿Fue la llama Violeta mi salto a la fama?
Lo dudo; aunque algunos así lo claman.
He tratado de evitarlo, pero no;
Con el crédito termino siempre yo.
No, no lo hice por esa razón.
Sino para que todo fluyera mucho mejor
Y que todos ustedes supieran que en realidad
Existe aquello que llamamos “fenómenos”.
No siempre son aportes
Y no siempre es humo,
Lo que sale de la garganta de un médium
Sino aquello que te convierte
En alguien a quien aviva el fuego del cielo
A través de su amor
o su gran devoción.
Me zambulliré en ese océano,
El océano del amor,
El océano de la libertad
Y del alma la liberación.
Y al fin vengo a este lugar,
Vengo a este lugar,
Para que del pasado se puedan liberar.
Oh, sí. Oh, sí. Esa promesa les he dado.
La deuda se ha saldado.
En el cohete hemos paseado.
Las aguas ahora fluyen.
¿No beberás para ser sanado?
Porque, en lo que a mí respecta,
En mi corazón estás grabado.
Y para siempre podrás blandir
La magia que se te ha otorgado.
Amado. Amado.
¿Qué se requiere?
¿Debe caer y romperse toda manifestación
para que entiendas que esto no es una falsificación?
Pero yo irradio, para tu crecimiento y educación,
Las frecuencias dirigidas a tu alma
Y tú lo sabrás.
Puedes hacer una investigación.
Mientras las semanas se hacen meses
Y los meses, años,
Sin ese miedo al infierno, vivirás
Y entenderás
Que la llama violeta aclarará
Todo aquello que te puede cegar.
¡NO MÁS! ¡NO MÁS!
Aunque ahora puedo ser duro,
Incluso descuidado, se dirá.
Pero no son las palabras, ya verán,
O la propia apariencia lo que les traigo hoy,
Sino algo mucho mejor,
Realmente mucho mejor.
Un Beso de la Llama Violeta.
Y para todos, Namaste.
Y así comienzo este día glorioso,
¡¡¡AQUÍ VOY!!!
Sanctus Germanus dejó una corta posdata:
Creo que mi autógrafo debí estampar
En sus mentes de manera singular.
Pero, Lluvia Violeta—pensé—
hubiera traicionado a St. Germain.